lunes, 26 de mayo de 2008

Mayo del 68
He comenzado a hacer un inventario de la habitación. Me entró miedo al leer tu carta, pensé que quizás puedo perder algo y no darme cuenta hasta pasado un tiempo y me quede como tú sin el silencio. He aquí lo que hay en mi habitación, donde paso la mayor parte del tiempo (la verdad, apenas estoy en el salón). Del suelo para arriba: una cama, un despertador, una pequeña figura de Buda, una lámpara, un ladrón con tres enchufes, una orquídea que resultó resucitar, un libro sobre los pintores flamencos del siglo XV, unas zapatillas, una bolsa vacía, “All that jazz”, que por cierto aún no he visto, unas botas, la revista Exit, la que te gustó, una papelera, “Austerlitz” con un papel en la página cincuenta y tres, una botella de agua vacía que llenaré enseguida para tenerla junto a mí mientras trabajo, la cartera, mi ipod, un pintalabios, un tampón, un rollo de celo, mi agenda, rimmel, dos bolsos, un jersey violeta que me dio mi madre y que ha sustituido a la bata que utilicé durante años, mi gato, la mesa, un paquete de galletas (acabo de desayunar), el router del ordenador, el ordenador, la taza de café (ayer, además, un cliente me dijo que no se llamaba taza sino “mug”, y esa palabra me parece tan hortera que no pude sino defender la mía y acabamos casi peleados porque yo no cedía, y cuando me dijo que él era mucho mayor que yo y de toda la vida se había llamado “mug” yo supe que mentía, porque la edad de una persona no es prueba del buen uso de un significante y menos aún de ése, pues soy incapaz de imaginar a mi abuela en la posguerra sirviendo leche de vaca ordeñada por ella en un “mug” (probablemente tampoco la llamaría taza, aunque yo al menos no utilicé ese argumento) y, de hecho, concluyó la conversación diciéndome que yo puedo permitirme ser pesada porque soy guapa, eso sí, también yo logré que él reconociera que él era un plomo de viejo), una cafetera napolitana, las muñecas rusas con las caritas de los Beatles que me regaló mi hermana, ese líquido rosa que me dio Julie, que es en realidad una obra de arte, una grapadora, una carpeta y sobre ella, un montón de papeles, “Romancero gitano”, tres tazas (taza, taza, taza, recuerdo una vez que de pequeña olvidé el significado de esa palabra y le pregunté qué significaba a mi profesora, sorprendiéndose un poco, la verdad), una crema de cacao para los labios, un disco de Sabina y Serrat, un retrato inacabo que empecé para Ricard (se titula “Ricard fumando ante la sierra de Guadarrama, inacabado”), la cartilla del banco, el borrador de un trabajo que he de entregar mañana, una cajita de cerillas, y junto a la mesa, una estufa, y sobre la estufa, tres libros, unos apuntes que me dejó un compañero, “Elogio del individuo” de Todorov y un número atrasado de moda de El País Semanal, y por cierto, tranquilo, la estufa está por supuesto apagada (quizá la encienda, ayer hizo un frío incomprensible en mayo que todavía me tiene anonadada), sobre la balda, libros y papeles (que merecen un inventario aparte, así que dejémoslo en “libros y papeles”), colgados en las paredes un dibujo de Aina, mi sobrina, un collar, la reproducción de una pintura de castas, imagino, del siglo XVIII, un calendario en el que enganché un collar diseñado por Annie Albers, una pintura sobre seda que me regaló la madre de Víctor, dos collares sobre una foto de Barcelona, una planta que está casi muerta (es por ser optimista, la verdad es que ya no está entre nosotros) y un atrapasueños en el que ya no creo pero que soy incapaz de tirar. Pero tu silencio tampoco está aquí.
¿Lo buscaste bajo el sofá? Yo a veces encuentro ahí recuerdos espeluznantes y otras a Camilo durmiendo tranquilo. Me tumbo con él y cuando me despierto estoy llena de polvo y de pelo y como soy alérgica estoy enferma al salir. Pero eso nunca me pasa los días que trabajo, sólo enfermo cuando estoy libre. Ahora he de irme a trabajar. ¿Vendrás a visitarme?

Inés Plasencia

2 comentarios:

mcvalen3 dijo...

me encanta tu habitación, y como debe ser tu reflejo también me encantas tu. mis intenciones son buenas no me mal interpretes

seguiremos en contacto

mcvalen3

Anónimo dijo...

una postal